La isla de la española o Santo Domingo ha evolucionado geológicamente a partir de la era Secundaria en el período Cretáceo hasta la era Cuaternaria en el Período Pleistoceno.
El origen geológico de la isla se remonta a la segunda etapa del período Cretáceo de la era Secundaria, cuando comenzó el proceso de ascenso de la isla debido al fenómeno de subducción de la placa norteamericana que se incrusta por debajo de la placa caribeña, avistando los primeros vestigios representados por los sistemas montañosos más antiguos.
Durante el período Cretáceo de la era Secundaria se originaron
Era Terciaria
La ladera norte de
Fin de la era Terciaria e inicio de la Cuaternaria
En la medida en que seguía el levantamiento de la isla, entre los últimos períodos de la era Terciaria y el período Pleistoceno de la era Cuaternaria, surgen los valles así como la planicie del Valle de San Juan, originándose entre los últimos períodos de la era Terciaria y el período Pleistoceno de la era Cuaternaria.
Además las llanuras costeras de toda la isla y desaparece el canal marino que se extendía entre las actuales bahías de Neiba y de Puerto Príncipe, a partir de los períodos Miocenos y Oligoceno de la era Terciaria, dando paso a la depresión de
En este período desaparece el otro canal marino, dando paso al Valle del Cibao, retirándose también las aguas que ocupaban los espacios de los antiguos lagos, convirtiéndose los valles, lo que permitió la deposición de materiales aluviales apostados por los ríos y arroyos más grandes, y por la misma acción gravitatoria contribuyendo con la formación de abanicos y terrazas aluviales al pie de los sistemas montañosos, dando origen a suelos aluviales, sedimentarios y lacustres de origen marino.
Rocas Igneas
Las rocas sedimentarias son rocas que se forman por acumulación de sedimentos que, sometidos a procesos físicos y químicos (día génesis), resultan en un material de cierta consistencia.
Pueden formarse a las orillas de los ríos, en el fondo de barrancos, valles, lagos, mares, y en las desembocaduras de los ríos. Se hallan dispuestas formando capas o estratos.
Cubren más del 75 % de la superficie terrestre, formando una cobertura sedimentaria sobre un zócalo formado por rocas ígneas y, en menor medida, metamórficas. Sin embargo su volumen total es pequeño cuando se comparan sobre todo con las rocas ígneas, que no sólo forman la mayor parte de la corteza, sino la totalidad del manto.
Las rocas sedimentarias se caracterizan por dos rasgos esenciales:
- Presentan una estructura estratificada, con capas producidas por el carácter a la vez progresivo y discontinuo del proceso de sedimentación. Se llaman estratos a esas capas.
- Contienen generalmente fósiles, cuando no están directamente formadas por fósiles. Los procesos magmáticos destruyen los restos de los seres vivos, lo mismo que los procesos metamórficos, salvo los más suaves.
Además las rocas sedimentarias suelen ser más o menos permeables, sobre todo las detríticas, lo que favorece la circulación o depósito de agua subterránea y otros fluidos, como los hidrocarburos.
Pueden clasificarse por su génesis en:
- Rocas detríticas, formadas por acumulación de derrubios procedentes de la erosión y depositados por gravedad. Éstas a su vez se clasifican sobre todo por el tamaño de los derrubios, que es el fundamento de la distinción entre conglomerados, areniscas y rocas arcillosas.
- Rocas organógenas, las formadas con restos de seres vivos. Las más abundantes se han formado con esqueletos fruto de los procesos de biomineralización; algunas, sin embargo, se han formado por la evolución de las partes orgánicas (de la materia celular), y se llaman propiamente rocas orgánicas (carbones).
- Rocas químicas o rocas de precipitación química, formadas por depósito de sustancias previamente disueltas o neoformadas por procesos metabólicos; en este último caso se llaman rocas bioquímicas. El mayor volumen corresponde a masas de sales acumuladas por sobresaturación del agua del mar que se llaman evaporitas.
Por su composición se clasifican en:
- Terrígenas (arcilla o limo (lutita), conglomerado (rudita), arenisca (sammita), etc..). Sedimentación y diagénesis de partículas de origen continental, sin o con influencia de precipitación de carbonatos marinos (Marga).
- carbonatadas (creta, caliza, dolomía, etc..)
- silíceas (Diatomita, radiolarita, calcedonia, caolín, etc.. Sedimentación y diagénesis de partículas orgánicas silíceas; o de meteorización de graníticos cuarzosos.
- orgánicas (carbón mineral, petróleo, etc..). Reducción de sedimentos orgánicos en medios palustres.
- evaporitas (yeso, sal gema y otras sales precipitadas por el agua, en medios lagunares (salitre).
- Ferro-aluminosas (limonita, laterita, etc..). De procesos de meteorización de menas férrico-alumínicas
- Fosfatadas (fosforitas sedimentarias, turquesa, etc.). De sedimentación y transformación del guano, o a partir de la precipitación de geles fosfatados en medios alumínicos.
Se denomina roca metamórfica a aquélla que ha sido formada a partir de otra roca, mediante un proceso llamado metamorfismo. El metamorfismo nunca implica un cambio de estado y se da indistintamente en rocas ígneas como en rocas sedimentarias cuando éstas quedan sometidas a altas presiones (de alrededor de 1500 bars), altas temperaturas (entre 150 y
Las rocas metamórficas son clasificadas según sus propiedades qumicas . Los factores que definen o clasifican las rocas metamórficas son dos: los minerales que las forman y las texturas que presentan dichas rocas. Las texturas son de dos tipos, foliadas y no foliada.
- Textura Foliada: Algunas de ellas son la pizarra (al romperse se obtienen láminas), el esquisto (se rompe con facilidad) y el gneis (formado por minerales claros y oscuros).
- Textura no foliada: Algunas de ellas son el mármol (aspecto cristalino y se obtiene de calizas y dolomías), la cuarcita (es blanca pero puede cambiar por las impurezas), la serpentinita (que al transformarse origina el asbesto) y la cancagua.
Interesate y provechoso
ResponderEliminarfabuloso
ResponderEliminar